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La falacia de la neurociencia en bus

Cuánto daño nos ha hecho sobredimensionar el órgano más preciado que poseemos sobre todo lo demás. Y es cierto que la masa cerebral de kilo y medio que alberga nuestra especie ostenta el coeficiente de encefalización más elevado respecto a otras especies. Y eso nos diferencia en inteligencia, en toma de decisiones, en planificación de estrategias y hasta en ser los mayores deprededadores y destructuctores del planeta…Una cuestión es otorgar relevancia a lo que la tiene y otra cosa muy distinta es «cerebrizar» todo lo que nos ocurre en lo cotidiano y centrar la salud, la enfermedad y los estilos de vida única y exclusivamente en el cerebro. Es evidente que el hipótetico  desarrollo de la neurociencia y la inversión monetaria y publicitaria en la «década del cerebro» ha colapsado todos los ámbitos de nuestra vida. Y más aún, todo lo que nos acontece a nivel personal, psicológico, familiar o social se reduce a un estado saludable o insalubre del cerebro. Y es que las firmas farmacéuticas- Bayer, Novartis, Stada, Kern Pharma, KRKAFarmacéutica o Rubio- en simbiosis con la  SEN (Sociedad Española de Neurología) han elegido esta diana encefálica para explotar sus objetivos más lucrativos. Cuando pensamos en cerebro, en neurotransmisores, en sinapsis, en neuronas motoras, en vainas de mielina, en vías serotoninérgicas o dopaminérgicas y hasta en la amígdala o  el núcleo accumbens…llegamos a pensar que constituye el epicentro de todo nuestro ser y acontecer. Y nada más lejos de la realidad. Sabemos bien poco de nuestro cerebro. Pero claro, es que está saliendotan rentable…»Un cerebro sano en un cuerpo sano». Prueba nuestros ejercicios y te diremos si presentas algún indicio de trastorno…Sométete a nuestro escáner cerebral y te informaremos sobre una posible enfermedad neurológica…Vente a realizar una prueba cerebrovascular y te diremos si posees algún riesgo para ser diagnosticado de algún trastorno mental…

Pasen y entrenen su agilidad o habilidad visoespacial y nosotros les obsequiaremos con una tarjeta roja -cerebro enfermo- o tarjeta verde -cerebro sano-.

Pero sobre todo, no se preocupen:

Si padecen algún riesgo o prevemos algún diagnóstico patológico, siempre tendrán a su disposición alguna píldora bayeriana o rubiana para paliar dichos síntomas.

Sinceramente, prefiero que venga a Valencia el bus «Lo que necesitas es amor».