Un estudio de Harvard con una gran base de datos (407.000 niños) de todos los estados americanos han encontrado que los niños que empiezan un año antes la escuela tienen más probabilidades de ser diagnosticados de TDAH. La razón estriba en que pequeños que nacieron en agosto podrían compartir clase con otros niños hasta un año mayores porque cumplen años en septiembre. Diferencias de madurez, de desarrollo evolutivo tanto interindividual (entre individuos) e intraindividual (cada sujeto tiene su propio ritmo) completamente normales entre niños. Y que pueden verse agudizados cuando existe un año de diferencia entre los infantes. Además, también existen más posibilidades de ser medicado. Como dice Anupam Jena (coautora del estudio) :
» un comportamiento normal puede parecer anómalo en relación con el grupo de pares del niño» cuando existe un año de diferencia.
No me gustan las perífrasis de obligación, sin embargo creo que hay que tener cautela cuando hablamos de diagnosticar o medicar a un niño. Sobre todo en estos casos de falsos positivos que emergen solamente por una cuestión temporal y administrativa…Los niños otra vez víctimas de este sistema.